Las mangueras de frenos son un componente crítico del sistema de frenos de un vehículo y juegan un papel importante en la seguridad y salud de todo automotor, ya que son las responsables de transportar el fluido de frenos desde el cilindro maestro a los cilindros de freno en cada rueda.
Si las mangueras de frenos están desgastadas, rotas o dañadas, el fluido de frenos puede escapar y provocar una pérdida de presión en el sistema de frenos. Esto puede reducir la capacidad del vehículo para detenerse de manera segura y aumentar el riesgo de un accidente.
Además, estas herramientas también pueden degradarse con el tiempo y exponer el sistema de frenos a la suciedad y la humedad, lo que puede afectar negativamente la salud general del sistema de frenos.
Por lo tanto, es importante que los propietarios de vehículos se aseguren de que todo este sistema esté en buen estado y se inspeccione regularmente para detectar signos de desgaste o daño. Si se encuentra algún problema, las mangueras de frenos deben reemplazarse de inmediato para garantizar la seguridad del vehículo y de sus ocupantes.
¿Cómo saber si funcionan correctamente?
La vida útil de las mangueras del sistema de frenos es de 100,000 kilómetros o de 5 años. Ante ello, Truck Depot, líderes en Honduras y en Centroamérica en repuestos pesados, te compartimos algunas recomendaciones para que puedas identificar algunas fallas.
Si el automóvil se usó en carreteras con superficies de mala calidad y el frenado de emergencia se realizó con frecuencia, es posible que sea necesario cambiar los componentes antes. En general, las mangueras de freno reforzadas duran más, mientras que las mangueras de freno no reforzadas se rompen antes y, por lo tanto, necesitan más atención.
También sería conveniente a la hora de cambiar los discos de freno, sustituir las pastillas y mangueras de freno, y hacerlo por eje, para asegurar una frenada equilibrada que garantice la estabilidad del vehículo.
Es necesario inspeccionar minuciosamente las mangueras de los frenos delanteros y traseros y asegurarse de que no estén dañadas. Para un diagnóstico más detallado, diríjase a un taller, donde se verifican los elementos del sistema de frenado con la ayuda de un soporte especial.
El cambio de las mangueras delanteras o traseras se realiza levantando la carrocería del vehículo con la ayuda de un gato y quitando la rueda. Luego aflojamos la tuerca que asegura el extremo de la manguera al tubo del freno. Al hacer esto, deberá colocar un tapón especial en el tubo, esto evitará que el líquido de frenos gotee.
Después de eso, es necesario quitar las mangueras quitando el segundo extremo, instalar uno nuevo y proceder con el montaje en orden inverso. Una vez finalizada la instalación, será necesario rellenar el líquido de frenos hasta el nivel requerido y purgar el sistema de frenos de aire.